Estoy encerrada en mí misma,
las lunas de mercurio no veo;
sello los canales que conducen a esa encandecencia onírica.

Andaré repasando los días que vendrán,
el muro de mis afectos dejará de ser un lugar.
Cuestionaré con mis labios vendados esa verdad,
beberé el trago de la angustia todo de una vez.

Nada será igual, nada.

Pudiera ser que seamos dueto,
que echemos a correr levantando la espuma de la mar,
que tu seas mi norte, mi centro y mi sur.

Mira desde mi ventana, el encuentro cerebrado
Respira en mi centro,
puedo ser el principio de tus letras.
¿qué más te darán?
¿qué mas te ofrecerán?

Me verás
llorar hasta desgarrar mi ojo húmedo.

Me verás
lenguajear hasta desmembrar el habla situada.

Me verás
actuar en la cotidianidad hasta desarticularla.

Me verás
romper los esquemas de mi armada vida.

Pero no claudicaré.
A pesar
de ti,
a pesar
de mi.

Venceré los fantasmas que me circundan,
afrtontaré las voces del ayer,
me levantaré de la muerte silenciosa

Y no me verás...

Por tanto tratar de olvidarte
entró sal a mis llagas.
Eres sal que penetra
en las llagas de mi piel.

Mi ojo aprisiona tu ser
mi piel,
mi sangre,
mi mar se desviaron
se frag men ta ron
Perdí el camino

Cierro mis ojos para ver hecho realidad
mi sueño imposible

Siento confundir el querer con el ser.
Quiero creer que algo extraordinario es posible;
quiero estar junto a ti.

Ya no soy,
mi modo de ser nunca no siente nada.
Fuera de mi estoy,
Soy un ser vagabundo en la vida.

Soy donde esté.

Cierta vez un doctor en Semiología díjome:
"Usted es todo un tópico"


Cierto instante alguien respondiome:
Gigi me pregunto...¿Eres tú todo un tópico? y me respondo...NO, definitivamente NO, Gigi es cualquier otra cosa menos eso...jajajaja digamos que eres: Inalterable, Perspicaz; Osada; Magnánima y que posee cierta capacidad de enmudecer subitamente (e que possua uma certa capacidade de emudecer subitamente...Vinicius de Moraes)


Una vez más pregúntome:
¿qué piensas hoy de mí?

¿piensas en mí?

¿qué soy ahora?

SERÍA TAN FÁCIL

Fijo mi mirada en aquella hoja que baila al compás del viento
y recuerdo el sabor del olvido…
¿Porque tú piel no se rozo con la mía?

La hoja da unas vueltas y cede en mis líneas faciales
¿Por qué no te recostaste sobre mí?

La hoja se desliza entre mis manos y cae
¿Porque tú piel no se rozo con la mía?

Me miro,
me ausculto
y no entiendo…

No existo,
no soy;
Tengo que olvidar
y no puedo;
no quiero

La hoja se desintegró, alguien la piso,
no se quién fue…
no lo veo,
no te veo,
no me ves.

LIMPIEZA

Estoy tendida sobre mi cama.
Escucho tus palabras sin sentido y sin sentirlo.
Estoy tendida en mi cama y las palabras se alejan cual cometa pasajero.
Estoy tendida en mi cama sin poder controlar los movimientos.
El sistema parasimpático actúa y yo solo siento nauseas y quiero vomitar.

Me siento en mi cama sin poder explicar esta sensación.
¿lo qué comí?
¿lo qué dijiste?
¿lo que mi cabeza procesa aceleradamente?
¿qué molesta? No se.

Ya no estoy tendida sobre mi cama.
Mis brazos rodean el frío e insalubre receptáculo higiénico ¡qué contradictorio!
Mis brazos se mueven y mis dedos se separan, tomando el control índice y anular.
Estoy acostumbrada. Es un acto reflejo.

Mis brazos se alzan a los cielos y mis dedos pierden el control.
Las manos rodean mi cara limpiando lágrimas
¿lloro por las cholgas con mayonesa del cumpleaños?
¿lloro por tu actitud altanera y desafiante?
¿lloro por todo lo que siento?
¿lloro por no entender que no entiendan mi incomprensible forma de ser?

Mis dedos toman el control una vez más.
Acto reflejo. Estímulo respuesta.
Vomito rabia y dolor.
Vomito las cholgas con mayonesa.
Vomito las frustraciones vividas y por vivir.
Vomito la bebida de fantasía.
Vomito el encanto que me quitó.
Vomito el dolor de la frustración.
Vomito esas malditas cholgas de puerto montt con mayonesa.

Mi cuerpo se encorva y tiembla.
Estoy sola.
Nadie me acompaña.
Escucho y el silencio no me deja oír.

Mi cuerpo encorvado y tembloroso se alza y me miro en el espejo.
Estoy inexpresiva.
Estoy triste y con los ojos hundidos.
Estoy ojerosa y hedionda.

Mis brazos rodean el frío cerámico y apoyo mi cabeza en su arco no sólo para vomitar y llorar.
Sino para ser escuchada.

Estoy tendida sobre mi cama y no entiendo el silencio.
Estoy tendida en mi cama cual feto abortado y las palabras no se hacen oración.
Estoy tendida sobre mi cama sin poder controlar ni un solo movimiento.
Sin poder controlar nada.



PD: lo escribí hace un año. Hoy me siento igual.

Mátame vida, Álvaro Henríquez

Si supieras lo que he perdido
Si supieras lo que has ganado
Si sacaras las cuentas verías que no me ha ido muy bien

Por tu culpa deje pedazos
inviernos crudos, finos veranos
Si me hubiera dado cuentas antes
no estaría tan mal

Me doy cuenta que es la vida
y que todavía no es mi tiempo para florecer

Mátame, mátame, mátame, mátame vida
entiérrame, entiérrame, entiérrame, entiérrame vida
mátame, mátame, mátame, mátame vida.

(La primera y tercera estrofa...)

Me senté frente a tí,
te sentaste frente a mí.

Crucé mis piernas cual lápida,
enterraste tus pies cual pensador.

Suavemente deje caer mis manos cruzadas en las rodillas,
pesadamente tocaste tus sienes a dos manos.

Incliné mi cabeza hacia un lado,
hundiste la tuya al centro.

Se cruzó una mariposa por mis pensamientos,
dos lágrimas estallaron en tí.

Me sonreí,
me miraste.

Levanté mi mirada y observé el horizonte,
hundiste tu cara al centro de la tierra.

Cerré mis puños por el placer del dolor causado. Desvié mi atención, la concentración y el deseo a otro punto. Un punto distante y ajeno, de monocordes colores, de crisálida congelada en lo alto de una higuera.
No percibí tus vurdas caricias que recorrían mi dermis con desenfreno, desenfado, con descaro.
No escuché fonemas melosos y cadenseosos que penetrasen sin respiro por mis perforados tímpanos.
Sólo cerré mis puños para crear amorfas constelaciones arreboleras.

SINAPSIS

¡Oh cabeza inquieta¡
¿Por qué tanto cranear?
¡Quién te contiene!


¡Oh hemisferios tempestuosos!
¿Para qué tanto drenar?
¡Quién te apacigua!


¡Oh corteza viscosa!
¿Cómo tanto encadenamiento?
¡Quién te fluye!


¡Oh lóbulo policromo!
¿Con qué fin tanta analogía?
¡Quién te uniforma!


No olvides
cuánto padecerás,
cómo te enlutarás,
qué dilapidarás,
dónde perecerás.

Plenilunio

No es fácil avanzar cuando antes de empezar
ya me deje engañar.

Encerré la razón,
clausuré el corazón;
decidí fingir,
desarmé el fin.

Soy la luna:
sin odio,
sin sazón,

Descubrí la fe
intuí y lo maté.
Pararé el son,
gritaré con pasión.

Dónde estés,
cómo estés
la vida sin consuelo consolaré.

Soy la luna.

Te miro y me sorprendo. Observar tu figura, percibir tu aroma, señalar esa peculiar forma de contraer los labios cada vez que te enojas. Comprender que esa fría mirada es sólo para poner distancia y señalarme cuál es mi lugar.
Insistir que mi posición es filial, pierde sentido. No quiero dañarte. No quiero ser percibida como una enemiga. Como la persona que te tiene sumergida en el miedo .
Pides libertad, gritas libertad. No obstante, cómo puedo yo otorgar semejante estado de extásis, cómo puedo regalar ese elixir sin sufrir por aquella decisión. No está en mis manos. No es parte de mi misión. Eso debes afrontarlo contigo. Ser tu el valuarte, la bandera flameante presente en el campo de batalla.
Yo...yo solo... yo solo soy ese reflejo que ves en el espejo.

Junté todos los pedacitos de mi corazón esparcidos entre las palabras.
El más grande lo volví a su lugar, el conforma de ola en mi bolsillo izquierdo y el más pequeño se perdió.
Te lo llevaste tú. Sin quererlo, sin pensarlo ni desearlo. Te lo llevaste tú.

Contrato Ancestral

Quién es el amor de mi vida
yo¡

quién es la persona más importante
yo¡

quién compartirá mis espacios
yo

quién velará mis sueños
yo

quién respetará mi libertad
yo?

quién cedera su vida
yo?

quién entregará su existencia
...

quién
...

Contorneé mi cadera izquierda en forma leve, imperceptible, sutil.
Me senté a tu lado y observe tu ritual: extender el lienzo, armar el atril y perderte por horas en una dimensión que no es la mía.Mi corazón sangro sólo un poquito para que no notaras, para que no percibieras mis pasos hacia el ventanal donde las hojas caían copiosamente.
Desnudé mi alma en ese colchón, extendí mi ser para sentir el rocío impregnado en las venas de las hojas amarillentas que cubrían mi faz, ocultando las lágrimas que de mis ojos húmedos emanaban. Permanecí segundos, minutos, horas, eternidades que no viste, que no tocaste, que no compartiste.
Volví la vista al ventanal. Tú mirada aún auscultaba tus tortuosos universos. Me senté a tu lado y contornee levemente mi mano para que emanara en forma pausada y constante un hilillo de sangre.