21 agosto, 2006

Cerré mis puños por el placer del dolor causado. Desvié mi atención, la concentración y el deseo a otro punto.

Un punto distante y ajeno, de monocordes colores,
de crisálida congelada en lo alto de una higuera.

No percibí tus burdas caricias que recorrían mi dermis
con desenfreno,
desenfado,
con descaro.

No escuché fonemas melosos y cadenciosos
que penetrasen sin respiro por mis perforados tímpanos.

Sólo cerré mis puños para crear amorfas constelaciones arreboleras.

07 agosto, 2006

Suministra mi alma de 6 a 9
para satisfacerte a la luz de la luna.

Delimita mis espacios antes del atardecer
para así ceder mis brazos con regocijo.

Plántame al medio del jardín
para ofrecerte sombra en los soles y refugio en los goterones

Cerca mis palabras
para saborear lo más dulces fonemas…

¿Es eso amor?