Retornas en el momento que la soledad lo amerita,
en el instante que te sientes magnificado,
enaltecido, zozobrado.
Giras tras tus huellas exitosas
atormentando la encajonada,
la catalogada.
(Descuajando la escena memorizada instante a instante)
Vuelves a este hoy sin futuro para recordar
la dependencia
carencia
ausencia,
la falencia
(no de falo, sino de halo)
en el instante que te sientes magnificado,
enaltecido, zozobrado.
Giras tras tus huellas exitosas
atormentando la encajonada,
la catalogada.
(Descuajando la escena memorizada instante a instante)
Vuelves a este hoy sin futuro para recordar
la dependencia
carencia
ausencia,
la falencia
(no de falo, sino de halo)
6 Comments:
El final es fantástico!
Esos retornos siempre son fugaces.
Aquella pintura una maravilla, me encanta la ternura que transmite.
Besos.
Klimt me ha hechizado... y, es cierto, el final es eso, tesis de un todo
la falta de halo es un estigma que aparece de repente despertándose entre nuestras más preciadas nociones y nos marca la frente, como un no-condition, como algo que no se compra en ningún negocio...
dos cosas que me han quedado de tu post: si retorna porque la soledad lo amerita, quizás la soledad deje su espacio y aunque sea de a momentos, ya no sea soledad, y además, cuando viajamos en el tiempo, de ayer hasta hoy, jamás debemos volver a la realidad pasada, sino a la presente, para intentar al menos, sanear un mañana a partir de este hoy.
besote.
fenomenal!!!!
Ahora bien, su llegada fue es buena, es mala, o solo es su llegada...
abrazos
Mil cariños y besos....
Priscila.-
dependencia a la ausencia, como carencia encarnada, como un halo de desesperanza ante la falencia del falo...
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